72 horas, fragmento capitulo 3

De este si debo decirles que aun no estoy muy convencida de que empieze asì, por el momento este es parte del capitulo oficial

72 Horas

Capitulo III

"Llego a ti"

por: Jenny Anderson.

Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a Naoko Takeuchi ella es
inmensamente rica, yo no, esto es sin fines de Lucro solo de entretenimiento, la
canción pertenece a su respectivo autor, seguramente muchos con la descripción de la
historia ya saben por donde van los tiros, esta historia es diferente a otras
que había escrito antes de este Fandom, y espero realmente sus comentarios
sobre ella.

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Canción: Ilumíname

Interprete: Sin bandera

Tan frágil llego a ti

La sensación que la envolvía
completamente, a pesar de sentir la calidez del cristal de plata sobre su piel,
era el miedo, un miedo terrible y atroz que se había instalado en su estomago
primeramente estrujándolo, como una mano que lo sostenía en la palma, y luego
cerraba el puño por el puro de gusto de estrujar y lastimar, después, aquella
sensación comenzó a trepar con lentitud por el pecho, se sentía como unas manos
frías que se habían posado en su pecho y que envolvian su corazón, haciendo que
este latiera con mas fuerza, tanta que ella sentía sus propios latidos
martillándolo dolorosamente, incluso sentía el sonido de su corazón en sus
propios oídos en vez de su pecho.

Podía sentir los latidos subiendo
por ella, por la garganta hasta terminar en aquel ruido ensordecedor que la
ponían cada vez mas nerviosa, sentía también el sabor, amargo del miedo en la
boca, y en cada trago de saliva, las manos le estaban sudando y temblaba, como
una hoja sacudida por el viento gélido del invierno, y todo por la incertidumbre
de no saber que pasaría, una parte de ella, la mas optimista, la que regia gran
parte de su vida, le decía que no tenia de que preocuparse, que todo estaría
bien, sin embrago aquella otra, aquella voz más pesimista, le susurraba al oído
frases estremecedoras.

Y si el ya la había olvidado, si
se encontraba con la escena de Seiya en brazos de otra, o simplemente de un
Seiya indiferente, No seria capaz de resistirlo, pero el miedo verdadero era uno
en el que evitaba entrar, de alguna manera en su fuera interno, deseaba que
Seiya la hubiera olvidado, que la tratara con frialdad, que matara el amor que
ella sentía por el, por que de esa manera, con el corazón sangrando podría
regresar a la tierra, y refugiarse en los brazos de su príncipe, quien con su
calidez borraría las heridas y le regalaría el sueño que ella empezaba a perder.

pero ¿que pasaría si Seiya no la
había olvidado?, si cuando ella confesara sus sentimientos... el correspondía,
si podía por un momento abrazar la felicidad verdadera...

movió la cabeza para olvidar
aquellos pensamientos, para ella no existía presente, sin embargo no pudo evitar
preguntarse, si Seiya aun la seguía amando si el aceptaría, aquel plan que
ella había comenzado a trazar, desde que había salido con rumbo a aquel lejano
planeta, cerro los ojos en un intento desesperado por dejar de pensar, no debía
hablar de él, de lo que había empezado a planear, lo único que tenia eran 72
horas, eso era lo único que debía importarle.

que a nadie espera

Sailor Star Figther sonreía con
ironía ante las ultimas palabras que había pronunciado, ojala el amor se borrara
de aquella manera, que simplemente por ya no desear querer se dejara de querer,
pero ahí estaba ella como prueba viviente de que eso no era verdad, que el
querer y el poder eran cosas terriblemente opuestas, que por mucho que se
intentara no siempre se encontraban en el mismo punto, sin embargo esta vez
lo intentaría con mas fuerza, para sacar a aquella rubia de sus pensamientos, y
con eventualidad cuando dejara de pensar en ella, cuando dejara de recordarla,
la sacaría del corazón, por que nadie podía amar un recuerdo.

Sailor Moon, descendió en ese
momento con lentitud sobre el suelo, una vez que el brillo del cristal de plata
dejo de envolverla, ella sintió como las piernas le temblaban y callo sin gracia
ni elegancia sobre el pasto, intento tranquilizar su respiración, pero esta
parecía en su contra, tanto que el respirar por la nariz le era insuficiente y
comenzó a inhalar grandes cantidades de aire por la boca, el corazón seguía
golpeando furiosamente, en ese momento se dio cuenta de que algo no estaba bien
ahí, nadie se había acercado al detectar su energía, el pecho se le estrujo con
fuerza ante las posibilidades que cruzaban frente a sus ojos, cada una peor que
la anterior, se levanto de un salto, mirando a su alrededor con la incertidumbre
relejada en sus ojos azules, no habían rastros de batalla.

Observo con mas cuidado a su
alrededor, al parecer había llegado al jardín del palacio, a juzgar por la
belleza del edificio que estaba frente a ella, dio un paso con lentitud, sin
encontrar a nadie a su paso, de nuevo sintió aquella angustia apoderarse de
ella, y el temblor volvió de nuevo recorriendo su cuerpo como espasmos, sin
embargo se obligo a seguir caminando.