Iluciones Fragmaneto (Capitulo 1)

No se si alguien lea esta historia, por si las moscas aqui les dejo el fragmento que llevo...., como nota dire que el Banner de esta historia me encanto!!!



Ilusiones

Capitulo 1

"Ely"

por: Jenny Anderson.

Abrió los ojos lentamente, no podía moverse, descubrió el por que inmediatamente, sus muñecas y sus piernas estaban sujetas, por aquellas correas de cuero, que la apretaban hasta casi cortarle la circulación, era inútil que intentara liberarse, lo único que lograría seria irritar su piel y lastimarse aun más.

no era la primera vez que la sujetaban de aquella forma, intento relajar su cuerpo para no sentir dolor, pero fracaso, la garganta le dolía, y sus muñecas y piernas resentían las horas que había estado inconciente debido a los calmantes.

-"Pensé que ya no tenias esos accesos"- escucho una voz a su izquierda, giro la cabeza hasta lastimar el cuello debido al movimiento, pero no importaba, aquel hombre de facciones duras que la miraba era su mayor consuelo

-"Yo pensé lo mismo"- dijo ella, sabia que era inútil que dijera lo que realmente había pasado, no le creerían, nunca lo hacían, por que ella estaba loca

-"Pero por que trataste de matarte?"- pregunto el acariciando su cabello

-"No lo recuerdo"- dije ella, mirándolo fijamente y mintiendo, ya no tenia caso hablar de aquel hombre que la había atacado, ellos dirían que el chico vivía en su cabeza

-"Mientras dormías mencionaste a alguien que vendría a buscarte"- comento el de manera casual, tenia 2 años que cuidaba de la chica, había veces en que ella volvía con aquellos accesos, había veces en que atentaba contra su vida como ese día, era increíble que siendo tan joven sufriera de aquella manera.

El siempre se preguntaba, ¿como veía ella el mundo?, que era lo que habitaba en el pequeño mundo de fantasías donde ella radicaba la mayor parte del tiempo, que pasaba tras aquellos ojos que lo miraban, que había en esa cabeza, que pasaba dentro de ella

Ella se mordió el labio inferior ante aquella pregunta, suspirando, si el supiera la verdad, si el supiera realmente por que la habían encerrado ahí, rió seguramente se aterraría, huiría de ella y entonces si que se volvería loca

-"Dije eso, seguramente aun estaba dentro del acceso"- dijo ella con voz pastosa y pausada provocada por los calmante el sonrió revolviéndole el cabello

-"Mañana vendré a verte"- dije el separándose de ella, obligándose a separar la vista de aquellos ojos que ahora lo miraban suplicantes, ella tenia que entender que era cambio de turno que tenia que irse a descansar a su casa

Camino hacia la salida y abrió la puerta, saliendo de aquel cuarto con rapidez sintiendo la mirada de la fija en su espalda cerro la puerta tras si

Los ojos de ella aun veían la puerta, con esperanzas vagas de que el regresara, nunca lo hacia, se iba en las madrugadas y volvía hasta entrada la tarde, era por eso que el nunca sabia lo que realmente pasaba en ese lugar.

La puerta volvió a abrirse la mujer que entro esta vez era alguien mayor, casi 60 años, pero en vez de tener un rostro pacifico, tenia las facciones endurecidas, observo a la chica con asco, mientras liberaba sus miembros

-"Espero que no hayas hablado de mas"- dijo la mujer con la voz dura mientras terminaba de liberar las muñecas de la chica

ella movió la cabeza negativamente clavando la mirada en los ojos de aquella mujer, recordaba aquellos ojos en su juventud, de un intenso castaño, recordaba los cabellos negros que enmarcaban aquel rostro, ahora huraño que la miraba fijamente, sin embargo sabia que la llamarían de nuevo loca si lo decía en voz alta.

-"Vas a ser trasladada"- dijo la mujer

ella la miro fijamente ya no recordaba en cuantos hospitales psiciatricos había parado, desde el termino de aquella guerra, no había estado jamás más de dos años en uno nuevo luego, excepto por aquella ves, en que había estado encerrado por más de 5 años en un mismo lugar, lugar donde había empezado a entender su condición, como ellos le llamaban

-"Me entere que vino a visitarte"-

Ella asintió lentamente, sintiendo el escalofrió correr por sus columna, había veces en que deseaba realmente estar loca y que aquel hombre realmente viviera en su mente, pero había veces como esa, en que le confirmaban que aquel hombre vivía en realidad, que era verdad, miro de nuevo a la mujer con suplica, pero esta no le interés que ella le miraba de aquella manera simplemente la empujo para hacerla salir de la habitación.

Camino apresurada siempre siendo empujada por la mujer, sintiendo el frió del piso en los pies desnudos, mientras los "enfermeros", la miraban fijamente con forme pasaba y los otros internos le dedicaban miradas vacías, de sobresalto y de comprensión, no se detuvieron nunca y no utilizaron el elevador, sino que ella tuvo que andar por la escaleras, sintiendo que las plantas de los pies comenzaban a entumirse.

pronto estuvo en la planta baja, pero no se detuvo ahí, la llevaron a la parte trasera, donde se encontraba la lavandería, observo con el rostro ensombrecido la camioneta negra que esperaba atrás, la que fue abierta sin ceremonias y donde fue empujada para entrara, ni siquiera tuvo tiempo de gritar cuando sintió la aguja lastimando su piel, el efecto fue inmediato, los parpados pesados, el cansancio, las extremidades que no respondían.

"Pronto querida, pronto"

dijo aquella voz que reconoció, el estaba ahí, fuera de aquella camioneta pero ella no podía hacer nada, por que ya había quedado bajo el efecto de aquellos tranquilizantes

La escena había cambiado, se vio a si misma corriendo entre lo que parecía un campo de batalla, sintiendo como el corazón le martilleaba en el pecho y los tiros a su espalda, los gritos y el olor a carne quemada, podía escuchar los gritos de horror a su alrededor, el sonido metálico a su espalda, y ella corriendo, corriendo para salvar su vida, más haya una de aquellas armas de guerra, atrapaba a un hombre y con aquella fuerza atroz que tenían lo partía en dos, la sangre y los gritos llenándolo todo en su campo de visión, salpicándola.

Se quedo para ahí, era demasiado joven para soportar aquello, y aquella maquina comenzó a caminar hacia ella, y las piernas no le obedecían y el corazón le martilleaba en el pecho...


abrió los ojos de golpe en cuanto sintió el frió metal tocarle los brazos, se dio cuenta con alivio que solo había sido un sueño, se encontraba de nuevo en una habitación acolchada, con la bata blanca, intento incorporarse, pero le fue imposible lograrlo, pasado el susto del sueño se dio cuenta que le pesaban terrible las extremidades, una sensación normal teniendo en cuenta lo que le habían inyectado, suspiro.

Ni siquiera había logrado despedirse de él, pero ya había pasado por eso para saber como seria el proceso, el la olvidaría rápidamente, como si ella jamás hubiera existido, y de cierta manera todo era así, ella no existía, a nadie le convenía decir que existiera ella era simplemente un archivo muerto, sin embargo tampoco podían dejarla libre.

Se quedo quieta, dejando que sus pensamientos volaran, recordando los días de libertad, cuando las cosas eran mucho más fáciles, los días antes de la guerra, antes de "él", sintió poco a poco como la movilidad de su cuerpo volvía a ella, con lentitud, como quien sale de un sueño profundo.
Pronto la pesadez de sus miembros desapareció por completo, logro sentarse y recostar la espalda en la pared, cerrando los ojos.

X - X- X

No había logrado dormir, sin embrago se había quedo quieto en la cama, con los ojos cerrados, escuchando el murmullo de sus hermanos en el departamento, escucho el sonido del despertador sin sobre salto, apagándolo en el acto, mientras se incorporaba, se sentía descansado a pesar de no haber cerrado los ojos en aquellas horas.

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