Fragmento de Historia ( Capitulo 18)

Hola:

Pues por algunas razones que explicare más arriba, me ha sido imposible terminar de acualizar las historias que habia prometido, y eso me tiene un tanto ofuscada y hasta cierto punto frustrada, por eso y mientras no termine los capitulos les traigo fragmentos, este de aqui de historia, espero que me den sus comentarios y que me den un poco más de esa paciencia que me han dado.

Historia

Capitulo 18

Por: Jenny Anderson

Tenia los ojos cerrados, era conciente del las voces a mi alrededor, pero yo me mantenía apartada con los ojos cerrados, como si de esa manera lograra mantener mi rabia lejos de las personas y es que ese día, en lugar de mejorar había empeorado de la peor manera, respiraba profundamente intentando calmar aquella furia interna que amenazaba con desbordarme no de la mejor manera.

Me encontraba en el taller de teatro, donde ya no había logrado reprimí más mi molestia que fue incrementando a los largo del día, sin duda alguna aquella orden que me había
dado Javier, hacia sido lo ultimo que había logrado soportar, sin embrago, no fue eso lo que termino con el poco autocontrol que aun me quedaba si no el hecho de que el no llego a la clase de matemáticas, por lo que yo aun no tenia una explicación del por que de sus palabras, pero eso no era todo, el equipo de
Fútbol tenia justamente HOY, sus pruebas para los que quisieran entrar, con lo que en el aula del club de teatro solo habíamos 6 personas, al parecer todos habían encontrado mucho mejor ir a las pruebas, y las únicas 6 personas que estábamos ahí, éramos al parecer las únicas que no morían por ver la
dichosa prueba.

Y podía haber sobrevivido con eso, sin alterarme, si no que me di cuenta que de esas 6 personas, 2 de ellas eran parte de las chicas que me habían atacado en la mañana, y me mandaban miradas llenas de superioridad, y yo estaba tan llena de rabia que prefería no iniciar una batalla en ese momento.

Abrí los ojos llegando a mi limite

-"Es todo por hoy"- dije con voz dura mirando a las chicas -"No podemos adelantar nada, nos vemos
mañana"-

-"Pareces un basilisco"- dijo Faby llegando junto a mi

-"Vamos a buscar a esa rata"- fue lo único que le dije a mi amiga saliendo del lugar, más que basilisco me sentía como dragón, sabia exactamente donde lo encontraría, si era verdad lo que me había dicho en el pasillo, lo iba a encontrar en el campo, caminamos rápidamente, mi amiga se había abstenido de hacer comentarios y yo se lo agradecía infinitamente, aun que mi propio enojo comenzaba darme dolor
de cabeza, anduvimos por los pasillos rápidamente, el campo de fútbol, donde el equipo solía hacer sus entrenamientos estaba en la parte trasera de la escuela, atravesando el área de preparatoria.

normalmente el camino hacia el campo de fútbol era un suplicio para mi, pero esta vez lo crucé
a grandes zancadas, apenas si fui conciente ir atravesando los pasillos, Faby a mi lado prácticamente corría, esa era la mejor muestra de la ira que recorría mi interior, aun tenia puestas las botas, aun que ya la ropa que llevaba esa mañana había sido reemplazada por la ropa que había de utilería en el club de teatro, llegue al estadio, la mayoría de los chicos estaban corriendo al rededor del campo, busque a Javier entre ellos, pero no lo encontré, seguí buscándolo con la mirada lo encontré platicando amenamente con una chica, al parecer realmente entretenido a juzgar por sus sonrisas.

¡Eso era el colmo!

-"Noriko!!!"- escuche que me llamaban, me gire de mala manera y descubrí a Adrián que sudoroso
se acercaba a mi

Respire con fuerza para calmarme

-"Bienes a echarle porras al inútil"- dijo Adrián una vez que estuvo cerca de mi

Suspire resignada, intentando calmar las serpientes que sentía en el estomago por la furia que me embargaba

-"tengo otra opción?"- le pregunte a Adrián haciendo una mueca, el sonrió como si me entendiera

-"Y que le a dado a la rata por ser jugador?"- me pregunto Adrián, fruncí el seño ante su pregunta, por
que evidentemente no sabia la respuesta

-"No le digas así"- dije sonando realmente falsa ante mi y seguramente ante Adrián quien hizo una
mueca al escucharme

-"No, si lo defiendes con una convicción"-

-"No le muevas, que en estos momentos quiero degollarlo"-

-"Huy... cuanto amor"-

-"Ya sabes así soy yo"-

-"Un poco psicópata si me preguntas"-

-"Pero no te pregunte"-

-"Entendí el punto, estas de mal humor, puedo preguntar ¿que te hizo la sabandija?"-

-"No, no puedes preguntar que hizo la sabandija"-

-"TODOS AQUÍ!!!"- escuche la voz de José.

Adrián me dirigió una mirada antes de salir corriendo al campo, de nuevo aquella mirada que me inquietaba, era como si el tuviera algo que decirme pero no se animaba a hacerlo, no sabía que podía ser y que el no se atreviera a decirme, José me mando una mirada en ese momento, suspire un poco al
enfrentarme a aquellas pupilas azules, sin embargo y para mi sorpresa José me sonrió.

Una de esas sonrisas que me mandaba cuando me coqueteaba, cuando éramos novios y estaba completamente feliz de verme, una de esas sonrisas que removían mi interior, y me hacian sentir que el calor subía a mis mejillas y volvía a mi estomago con fuerza, con suficiente fuerza como para casi ser un dolor físico, era como si todo lo que había pasado en esos días no hubiera sucedido, y sentí como la sonrisa se extendía por mi propio rostro al mismo tiempo que sentía las lagrimas agolpándose en mis ojos.

Le di la espalda, por que si seguía observándome en esos ojos, terminaría llorando, por que José
aun me importaba, a pesar de todo lo que había pasado y por que mi interior se había movido completamente ante aquel simple gesto, camine lentamente paso a paso para caminar hacia las gradas para ver la selección, fue en ese momento en que me di cuenta, a pesar de que José había sido mi novio por todo ese tiempo, jamás lo había ido a ver a un entrenamiento, y habían sido contados los juegos a
donde lo había acompañado, el soccer no era precisamente mi deporte favorito.

-"Estas bien?"- Me pregunto Faby

La observe, y asentí levemente

-"Por que no te creo"- me dijo entornando los ojos

-"No lo se"- dije pero hasta a mi me sonaba mi voz falsa, como si realmente no fuera mía o como si
la escuchara de un lugar lejano a mi -"Realmente no quiero hablar de esto"- dije cerrando los ojos, por que en esos momentos estaba muy confundida como para decir algo o como para intentar explicar lo que sentía, y mucho menos que fuera algo que Faby pudiera entender, como podía decirle que aquel simple gesto que había hecho José, había servido para remover mi interior, como le explicaba que algo en mi interior había estallado de felicidad al observar la manera calida en que me había mirado, como le decía que una simple sonrisa había sanado algo en mi interior.

-"Vaya, vaya vaya, pero miren nada más quien nos honra con su presencia"-

reconocí aquella voz de inmediato, como no hacerlo, sin embargo fingí que no la había escuchado
y fije mi vista en el campo sin mirar realmente lo que pasaba, simplemente atenta esperando lo que aquella chica haría al saber que la estaba ignorando

-"Demasiado ocupada con sus asuntos reales como para saludar a una simple plebeya"- dijo de nuevo

-"Déjala en paz Mariel"- salio mi amiga en mi defensa

-"Tu como siempre, no sabes a quien defiendes Fabiola"- dijo la chica, me gire a encararla, girando
el rostro para observarla, como yo estaba sentada tuve que levantar la cabeza por que ella estaba de pie, Mariel era bonita pelirroja y de ojos azules

-"Que quieres Seim"- dije con voz dura mirándome en esos ojos sin intimidarme, después de todo no era
la primera vez que me enfrentaba a ella, Mariel y yo teníamos nuestra historia, bastante larga y para nada amigable.

-"Solo me preguntaba que demonios haces por aquí, si ya no eres reportera del periódico estudiantil"-
me dijo ella

-"Es que el campo es solo para gente selecta?"- pregunte utilizando más ironía de la necesaria en la
palabra selecta

-"Anderson, ¿por que si detestas esto, siempre vienes a meter por aquí tu nariz?"- dijo
mirándome de manera evaluadora, Mariel me consideraba su enemiga y como tal no me
subestimaba -" ahora que demonios estas tramando, otra de tus estupidas campañas
contra las porristas, o contra los deportistas en general?"-

-"Por si no lo sabes, mi novio daba la prueba hoy, solo vine a darle ánimos"- dije

-"Tu novio?"- dijo ella mirándome desconcertada -"Que yo sepa tu novio no hace la prueba es el
capitán este año no?"- me pregunto

sentí una punzada de dolor al escuchar sus palabras, pero al mismo tiempo me pareció extraño que
ella no supiera que ahora era "novia" de Javier, observe de reojo a Fabiola, quien observaba a Mariel fijamente

-"Termine con José"- dije volviendo la vista a Mariel, esta me miro simplemente

-"Siempre dije que era demasiado para ti"- dijo -"¿Y ahora quien es tu victima?"- pregunto ella
sentándose a mi lado

-"Por que abría de responderte"- dije ya dispuesta a desquitar con ella mi rabia

-"Para mandarle la corona"- dijo ella mirándome de manera desafiante al parecer no pensaba decepcionarme y tendríamos una pelea verbal de esas que eran tan comunes en nosotras cuando aun estábamos en la secundaria y parte de la preparatoria cuando yo estaba de voluntaria en el periódico estudiantil y ella era en ese entonces simplemente una de las porristas, ahora yo no era sino una estudiante común y ella era, la diosa de las porristas, la capitana.

-"No será que me tienes envidia"- dije embozando una sonrisa burlona -"Después de todo, no es un
secreto para mi que tu sueño siempre fue emparedar con José, para hacer como decías.."- me tuve para llevar un dedo a mi barbilla como si pensara en algo profundamente -"a sí, la pareja estrella, la capita de Porristas y el capitán del equipo de soccer"- sonreí aun más ampliamente -"Pero ahora puedes hacerlo...
hay no, por que el ya es novio de tu querida Sub capitana"-

Los ojos azules chispearon al mirarme, sin embargo yo seguí observándola con la sonrisa burlona
que adornaba mi rostro

-"Hay no lo sabia, así que José al fin se dio cuanta de lo tonta que eres"- me sonrió -"Alicia es
muy bonita, dime te dolió mucho que te haya engañado?"- soltó

-"No seas tonta, yo lo deje a él"- dije, más bien escupí las palabras herida en mi orgullo
propio pero sin dejar que ella lo notara, primero muerta

-"En serio?"- dijo ella desviando la vista de mi y fijándola en José que en ese momento daba
instrucciones a un chico de cabello castaño -"Pues yo lo veo muy bien para ser un chico rechazado no te parece?"- dijo volviendo su vista a mi -"Yo más bien creo que el te dejo a ti"-

-"Nadie se atreve a dejarme"- dije mirándola fijamente

-"A no?"- dijo ella con una sonrisa que no presagiaba nada bueno

-"Noriko"- escuche una voz que me llamaba reconocí al dueño de la voz, no podía ser de otra manera,
demore un segundo el girarme a verlo, sintiendo de nuevo la ira correr por mi interior -"Amor, que bueno que has venido, ¿estas hablando con Mariel sobre lo de entrar a las porristas?"- los observe a los ojos sin creerme sus palabras, le mande una mirada gélida, que sin embargo el me contesto con una enorme sonrisa, de esas que hacia que tuviera a miles de chicas a sus pies, de esas que me exasperaban y me hacían querer matarlo con mis propias manos, de una manera lenta y dolorosa.

-"Tu?"- dijo Mariel señalándome con cara de confusión -"Tu porrista"- dijo antes de comenzar a
reír al principio con una risa moderada para dar paso a una risa histeria, le mande a Javier una mirada de molestia, pero el estaba muy ocupado riendo ocn Mariel como para darse cuenta

-"Si yo"- dije para que parar de reír, pero lo único que logre fue que la chica comenzara a reír con
más fuerza

-"Si no no sirves para eso"- dijo mirándome fríamente dejando de reí de golpe -"No tienes
madera de porrista"-

-"Creía que bastaba con querer animar al equipo"- dije altiva

-"Sin duda alguna es una parte fundamental"- dijo ella -"Sin embargo, no es la única, se necesita...
como decírtelo... un espíritu que lamentablemente tu no tienes"-

-"No seas así con ella Mariel, dale una oportunidad"- dijo la rata -"Mira que me hace mucha ilusión"-y sonrió una de esas sonrisas ensayadas, y falsas que la mayoría de gente encontraba encantadoras, y como era de esperarse Mariel no pudio resistirse a ella, eso y que en cierta manera yo misma y por propia voluntad, me ponía en sus manos

-"Bien habrá que planear una prueba"- dijo mirándome una de esas miradas que prometían dolor, sin
embargo no me deje amedrentar la mire casi desafiándola

-"Lo que quieras"- dije sonriéndole

-"Bien"- dijo -"Hoy no por que es obvio que no vienes preparada"- dijo sonriendo -"Pero mañana, aquí
en el campo, probaremos tu resistencia"-

¡Genial!

¿En que demonios me había metido?


Bien por el momento es todo lo que tengo... espero que les guste no se como pero yo vere que hago para no dejar de actualizar en tanto timepo.